Las Concesiones para dar permisos para la construcción de Hidroeléctricas las otorga el Ente Regulador de Servicios Públicos, y desde hace un par de años atrás, esta institución se ha convertido en el palo para golpiar la piñata llena de Ríos, para que cuando esta sea rota, cada empresario coja el suyo y haga un negocio redondo.

Y por qué es un negocio redondo? Piense un poco, venderían luz al exterior a un muy buen precio, embotellarían agua, venderían el servicio de regadío a los agricultores, construirían acueductos para brindar servicio de agua y cobrar por ello, proyectos de reforestación que significa madera para vender en unos años, y los recursos minerales. Prácticamente no hay pérdida. Es por esa razón que estos Empresarios están detrás de nuestros Ríos. Panameño despierta, los recursos naturales alrededor del mundo se están agotando, y ya los poderosos se dieron cuenta, que el oro de estos tiempos que vivimos y viviremos, será el agua junto a la tierra y bosques. Por eso ahora les interesa tu tierra, tu familia, tus problemas y quieren supuestamente ayudarte. Realmente lo que buscan, es conocer tus debilidades para poder atacarte por el lado más flaco. Todos sabemos que los pueblos que viven cerca de los Ríos son gente humilde, con muchas necesidades, en pocas palabras ante sus garras, somos totalmente débiles, porque ellos piensan que su dinero y las promesas de enamorado mentiroso nos convencerán de dejarle hacer su negocito.

La gente de la capital, es cuenteada, con promesas políticas de disminución en la tarifa eléctrica y que todos estos proyectos traen el desarrollo y prosperidad de los sectores humildes ayudando al progreso del país. Y por tal motivo entonces debemos inundar casi una provincia para mejorar nuestra economía y salir al fin del sub-desarrollo. Pero la mentira mas grande es esa. Y la evidencia esta a la vista, cuando vemos como hermanos países y comunidades de Bayano, La Yeguada entre otras nos cuentan su triste experiencia, y nos animan a luchar contra esos proyectos destructores y asesinos de Ríos. Las promesas resultaron ser falsas, pero los grandes beneficios para los inversionistas son extremadamente buenos. Los seres humanos que vivemos a orillas de los Ríos Santa María, El Cobre, Tabasará y Liri no estamos dispuestos a salir de nuestras tierras ni vender nuestra vida. Nuestra seguridad esta aquí, no queremos apostar con el alimento de nuestros hijos y la herencia de las futuras generaciones. Queremos que los Ríos continúen vivos para que todos los panameños podamos disfrutar de sus aguas, No estamos pidiendo dinero, ni puestos políticos, ni luchamos por defender banderas y colores.

Estamos unidos para resistir y detener los deseos de poder de personas inhumanas e incapaces de entender y respetar las decisiones de un pueblo, y que terminan amenazándolos, persiguiéndolos y cayendo en los actos más bajos por hacer cumplir su voluntad y caprichos.